La higiene es una de las principales medidas que evitan el mal aliento.
Ocurre una cosa curiosa con el mal aliento: la mayoría de las personas que lo tienen no son conscientes de ello y, por otra parte, hay quienes creen tenerlo y no es así. La causa más frecuente del mal aliento, halitosis es su nombre técnico, es de origen bucal, seguido del área nasofaringea, pulmonar y gastroesofágica.
En lo que respecta a la boca, la prevención y tratamiento consiste en evitar la presencia de restos de proteínas que sirvan de media de cultivo para las bacterias que emiten gases sulfurados. En consecuencia es importante la buena higiene de dientes, encías… ¡y lengua! Existen raspadores linguales específicos para limpiar la saliva lingual.
La boca seca es también problemática. El estrés y la medicación para la depresión, problemas desgraciadamente hoy día demasiado frecuentes, disminuyen la producción de saliva originando mal olor. Hidratarse bien y usar geles hidratantes de la mucosa es adecuado. Se deben usar colutorios sin alcohol (resecan la boca) específicos para este problema.
Ciertos alimentos son bien conocidos como origen de mal aliento, pero otros no. La leche puede ser un motivo si la proteína que contiene, caseína, se descompone en la boca.
Causas metabólicas (largas horas sin comer) o endocrinas (menstruación) pueden causar también mal aliento temporalmente.
Espero que estos consejos e información puedan seros útiles. Si tenéis cualquier inquietud al respecto me tenéis a vuestra disposición.
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